Retira el tallo y las semillas de los pimientos choriceros. Ponlos en un bol, cúbrelos con agua y déjalos a remojo hasta que se hidraten. Ábrelos y retírales la pulpa con una puntilla. Pícala bien y resérvala.
Calienta una cazuela grande con 3 cucharadas de aceite. Pela los dientes de ajo, córtalos en daditos y añádelos. Pela la cebolla, córtala en daditos y agrégala. Cocina las hortalizas durante 6-8 minutos.
Corta el chorizo en rodajas de 1 centímetro, y la costilla siguiendo los huesos. Introduce las carnes en la cazuela y rehógalas bien.
Vierte el vino y dale un hervor. Añade la hoja de laurel, las patatas y la carne de los pimientos choriceros. Cubre con agua, pon a punto de sal y cuécelas durante 25 minutos.
Desgrasa el guiso (retira con un cacillo la grasa que sube a la superficie) y repártelo en 4 platos hondos. Decóralos con unas hojas de perejil.
Consejo:
Los guisos siempre quedan más ricos si cascamos o chascamos las patatas, es decir, hacer una pequeña incisión en la patata y arrancar el trozo. De esta manera las patatas sueltan más almidón y el caldo quedará más espeso.